Texto: DAVID MELÉNDEZ
Fotografía: JULIO RAZO
Un gusto y placer vivir noches de concierto como éstas, donde tres proyectos ofrecieron magia y encanto sin necesidad de malabares en materia de virtuosismo, ni «suenan» a lo mismo, ni buscan pretextos fuera de la música para dejarse querer por cada oído, ni mucho menos piden que su logotipo esté en flyers de ciertos conciertos con la actitud de diva propia de cualquier pelele y padrote.
Tampoco, ni la lluvia, ni los problemas infinitos de tráfico en Guadalajara, impidieron que cientos de personas disfrutaran de Aleex Raptor, Girls Ultra y CLUBZ, dentro de las instalaciones del Bismarck, ese foro de cemento pulido medio oculto que empieza a posicionarse como perímetro predilecto para la escena de vanguardia o de lo que podría ser un futuro mejor en materia de música.
Poco después de las 21:00 horas, Aleex Raptor, el cuarteto originario de Zamora, Michoacan, y encabezado por Alejandro Castañeda, se paró en un inicio con cierto miedo sobre el escenario, porque «alguien» les había dicho que el público tapatío era muy difícil, al grado de materialmente «bajar» artistas si algo no le parecía al respetable. Pero eso que alguna vivieron en carne propia Héroes Del Silencio o Café Tacvba, no sucedió en lo absoluto con Aleex Raptor, que se llevó el aplauso y la algarabía de forma inesperada y sincera. Porque su esencia en directo, es por demás honesta y sus canciones contienen raigambre, alegría y emoción sahumadas en pop de baja frecuencia, de floritura folk pero expansiva al indie, con el detalle puesto al microscopio y una cadencia a medio paso entre lo sensual y la fiesta. Durante su directo, entregaron todo a ese público al que antes le tenían miedo. Incluso, Alejandro dijo que el video para su tema «Vanguardias» se estrenaba esa misma noche y regaló hasta playeras de su proyecto. También, presentó a sus compinches de juergas sonoras (su hermano Armando en batería, y Julio y Héctor, al bajo y teclados, respectivamente) y hasta reversionó un extracto del famoso tema «Crazy» de Gnarls Barkley. Justo aquí, habrá que preguntarse lo que pasa con la disque vanguardia tapatía al escuchar música como la de Aleex Raptor, que exuda frescura y modernidad. En la ciudad de Zamora no existen pseudo colectivos de apoyo musical para entrenar bandas según sus gustos carracos y arcaicos, ni revistas que abogan por la vanguardia en términos equivocados, ni las glorias de periodistas musicales carentes de todo criterio, voz y presencia; aún así, viene una banda a Guadalajara con espinas bien afiladas y belleza sonora notoria. Sí, hay ciertas esencias tapatías —Alejandro nació en Guadalajara, su canción «Inmarcesible: Amor utópico» fue grabada y producida en la Perla Tapatía por David Figueroa en el Noizu Studio— pero da gusto toparse con esta calidad y energía eruptiva sobre los escenarios. Chicos de Aleex Raptor: son un vendaval sonoro que da insólito gusto escucharlo.
Para cuando abrazó el escenario Girl Ultra, los ánimos ya estaban listos para vivir en toda la expresión de la palabra una gran noche. Y sucedió con las diez canciones de su setlist (de «Ella, tú y yo» a «Adios», más el interludio «Buenas noches»), mismo que comanda con gallardía la defeña Nan de Miguel, que en todo momento estuvo cercana al público, entregando su música y voz al servicio del disfrute, gracias a ese soul nacido en fogata pop que se impregna con facilidad por todo el canal auditivo.
Y el cierre con CLUBZ fue una carnicería de emociones, porque Orlando Fernández y Coco Santo han confeccionado un directo con lo mejor de su electropop contundente y lleno de la alevosía y ventaja de la cadencia para la fiesta bien cimentada. Lo mejor fue que el cierre de este llamado Supervisión Tour fue en Guadalajara. Así que todo explotó sin miramientos justo cuando Orlando voló del escenario justo al arranque de «Áfrika» para caer sobre la masa y disfrutar el éxtasis del body surfing y todo lo que eso implica. También hubo tiempo para que Coco firmara un par de viniles de Destellos desde el escenario, para después instar a que los que llevaba los mejores disfraces del público se subieran al escenario y los acompañaran para bailar como posesos. Mención aparte merece Víctor Mejía, músico que acompaña a CLUBZ al saxofón, imprimiendo a cada canción un sello único en directo, y que ha trabajado con proyectos como la banda regia Viento Roots. Al final, cerraron su show con «Popscuro».
Como siempre, otro gran evento de Producciones Producciones, productora local que tiene otro evento magistral en puerta: Efterklang.