*La interacción que logró el líder de Zoé con su público tapatío, fue el ingrediente perfecto para una noche llena de complicidad tras siete años de ausencia
Marion RAW, acompañada de su guitarrista, fue la encargada de aperturar una noche llena de luces, dando inicio a las 21:00h, mientras la gente se acomodaba a prisa pensando que León ya estaba en escena. “Si no te hubieras ido”, autoría del Buki, Marco Antonio Solís, sorprendió en una versión íntima que poco a poco se ganó las palmas de los presentes, terminando su participación con un pequeño setlist de cuatro canciones, demostrando ser bien recibida por los tapatíos.
Con algo de impaciencia y la ansiada llegada del líder de Zoé, a las 21:45h, comenzó a sonar el bolero “La última noche”, que hicieran famosa Eydie Gorme y Los Panchos, la cual fungió como anfitriona a una noche llena de baladas y sonidos electrónicos, en donde León Larregui y su conglomerado harían del Prismarama Tour una entrega mutua.
Las luces apagadas se conviertieron en destellos rojos que aluzaron el amplio escenario decorado con bocinas por doquier, dando entrada a Larregui quien, de saco beige claro, pantalón blanco de corte acampanado, playera amarilla, gafas y un collarín plata, arremetía resguardado de seis músicos, integrado por tres hombres y tres mujeres, al escenario, tras siete años de no presentarse en solitario.
“Su majestad la eternidad” levantó de inmediato de sus tronos a los presentes conectando con “Oh sunny days”, ambas del Prismarama, su tercera placa discográfica, para que León dirigiera a su fiel legión tapatía: “Un honor, qué belleza y mucho agradecimiento”.
Los primeros clásicos del encuentro fueron “Aurora boreal”, “Carmín”, “Souvenir” y “Como tú”, una cuarta de su primer álbum Solstis que lució por el entonado canto sincronizado a la par de León quien a esta altura ya se había ganado a aquellos que se habían mostrado desesperados unos minutos atrás.
León alternó los temas en castellano con los que tiene en inglés, siendo“Chromocosmic avenue” la segunda de la velada en el idioma anglosajón, que colindó con “Alba” y “Fake news”, una tercia con aires de funk nuevamente del Prismarama, tal parece que el líder de Zoé, le gusta profundizar e ir por partes en cada uno de sus álbumes.
León hizo énfasis en que nadie lo había pelado con su máquina sonora hindú antes de emitir “Tiraste a matar”, que sonó con tintes de rocksteady y en la cual homenajeó al rey del reggae Bob Marley finalizando con un fragmento de “Could you be loved”. Un grito ensordecedor se escuchó en los primeros acordes de “Birdie”. “Esto es lo que llamamos en este show la avalancha de baladas”, mofándose un poco y recalcando que todo su recital estaba lleno de las mismas.
“Rue vieille du temple” y “Mar”, finalizaron la etapa del Voluma, su segundo disco, que por primera vez se asomaba en esta larga velada.
El Prismarama tenía que ser tocado casi en su totalidad y “El camino”, “Quetzal” y “Tarot polaroid”, esta última nombrada por León como la canción madre del disco por ser la primera en escribirse, fueron las elegidas antes de que “Brillas” se apropiara del auditorio completamente, siendo el hit del recital.
La incógnita de la noche era saber si todo el público presente era tapatío, y tras darse cuenta que una fan venía desde Chapala León mencionó: “Hemos venido mucho a Guadalajara pero no conozco el lago de Chapala. Hay que ir todos a Chapala mañana”, provocando risas y de paso la invitación para llevar al cantante al embalse característico de Jalisco.
Aprovechando una ida al baño y a la gente esperando el encore, sin la necesidad de exclamar la típica “Otra, otra…”, Larregui regresó para terminar de complacer a su fiel tribu jalisciense con “Amantes”, “Tripulantes” e “Incendio de amor/Carmelita”, siendo la tercia perfecta para cerrar el Prismarama sin que “Locos” hiciera de las suyas en un concierto que brilló por la sencillez y gracia de su protagonista.
Texto: Eduardo Roel Fotos: Fernando Toris
Fotos: Fernando Toris