Los Rolling Stones llenaron la noche del Foro Sol con más de 50 mil almas que buscaban gritar todas las canciones del quizá grupo más famoso de toda la historia del rock.
Como teloneros estuvieron Little Jesus, banda que cumplió con todas las expectativas y recibieron una cálida acogida del público en sus poco más de 40 minutos de música en vivo.
Como todos los ingleses que se jacten de cepa pura, The Rolling Stones salieron puntuales y listos para dar todo. Al apagar la luces, el famoso logotipo de la lengua se “desenrrolló” en un video para mostrarnos el camino que ha seguido la Gira Olé a través de Latinoamérica.
Después del arranque con “Start me up” y seguir con clásicos como “Tumbling dice”, Jagger se dirigió al público y comentó en español “hace diez años que no venimos a México. Chingón estar aquí”. Esto para enseguida recalcar con su clásica voz aguardientosa “antes tomábamos tequila, ahora tomamos mezcal”.
Así siguió el directo con rolas como “Paint It black” y la bomba clásica de “Wild horses”. Cabe destacar que Jagger, como es costumbre, tomó uno de los pocos instrumentos que domina con la sapiencia de un músico profesional, la armónica, y fue vitoreado por la masa que se dio cita en el Foro Sol, con un aplauso digno de recordar.
“Street fightin’ man” fue la canción sorpresa y ganadora del público, la cual fue escogida por votación a través de las redes sociales. A la mitad del concierto Jagger dijo otras palabras: “la estamos pasando bien en México, Sean Penn vino a entrevistarme pero me le escapé”.
Todos los presentes estuvieron felices de principio a fin. The Rolling Stones igual, pues se notaba que exudaban alegría, y Jagger presentó a todos los músicos extras que los acompañan en esta gira.
Para poner el broche de hora a todas las emociones sonoras, despacharon una intensa versión de “(I can’t get no) Satisfaction”, con pirotecnia visual incluida y una algarabía que retumbó hasta los mismo cimientos de la Pirámide del Sol.
Fotografías Fernando Aceves/OCESA