Ron Clássico invitó a un grupo de 20 tapatíos a disfrutar una experiencia como ninguna otra, al visitar la fábrica donde se procesa este nuevo ron de origen colimense, que se ubica poco antes de la comunidad de Alcaraces (ese llamado pueblo de buena tierra y gente noble), en el municipio de Cuauhtémoc.
La divertida experiencia arrancó justo en la fábrica donde el dueño Juan Rafael Pinto Cruz, enseñó a todos los invitados el proceso para realizar este ron, que nace de la bendita caña y que su familia se ha dedicado a cultivar por varias generaciones.
Ahí mismo, los privilegiados invitados fueron los primeros en probar el nuevo ron añejo de la marca (el Clássico No.3). Enseguida y ya con mucha hambre, se realizó una linda comida en el restaurante El Jacal de San Antonio (ubicado a 17 kilómetros de Comala), hermoso espacio al pie del Volcán de Colima. Ahí los presentes comieron ricos platillos y disfrutaron de varios cocteles con Ron Clássico.
Al término de la comida de bienvenida, la ruta siguió hacia el hotel Fresnal Cómala (que se encuentran a un costado del acceso de la Laguna de Carrizalillo), donde se despliegan varias cabañas con una vista impresionante hacia el volcán. Lo anterior es, sin duda, uno de las vistas privilegiadas y tesoros del estado de Colima. Aquí, Ron Clássico tenía preparada para los invitados, una cena decorada al más puro estilo Ranch que tuvo lugar en el restaurante campestre Rincón Rústico, el cual consintió a cada invitado con lujo de hospitalidad y amabilidad.
Aquí mismo, tuvo lugar la fiesta en la que con sus distinguidos beats, el dee jay Telésforo puso a bailar a todos los asistentes.
Al día siguiente y antes de partir para Guadalajara, el restaurante Rincón Rústico nos apapachó de nueva cuenta con un hermoso desayuno colocado a la orilla de la barranca, en la que los invitados se unieron después para celebrar un ritual con un chamán de la zona.
Sin duda, Ron Clássico nos brindó una experiencia inolvidable.