*La noche del martes 7 de mayo, el español regresó a Guadalajara para recorrer sus primeros 20 años de trayectoria ante un Teatro Diana entregado en su totalidad
El reloj tan sólo marcaba las 21:07h, cuando las imágenes, percibidas en tres partes, en la enorme pantalla trasera, de un David Bisbal desde pequeño, pasando por su juventud hasta llegar a su época actual, evidenciaban la pasión que tiene el almeriense frente al canto.
Él, al centro de traje azul pastel y botas negras, se imponía ante los tapatíos que inmediatamente ovacionaron a quien protagonizaría las siguientes dos horas de espectáculo.
Su extensa melena cambió por un corto, pero tupido cabello rizado, con una quinta de músicos, y respaldado por un monumental y unísono coro femenino al ritmo de “Ajedrez”, pasando a la clásica “Quién me iba a decir”, emitiendo un «Guadalajara» ensordecedor, dirigiendo “Muy buenas noches, cómo está mi gente, bien o qué, no habrá tiempo para descansar. En estos 20 años hemos tenido canciones rápidas y otras que van directo al corazón», invitando a bailar y a cantar con estilo flamenco al son de la «Torre de Babel», tema que hiciera en el 2006 con el dúo puertorriqueño Wisin & Yandel, sin parar de deambular por todo el escenario como un torero en pleno ruedo.
De su álbum debut llegaría “Lloraré las penas” desatando una sarta de adrenalina, prosiguiendo “Esta es una rumba rockera que me recuerda mucho a mi México», deleitando con «Camina y ven” y “Oye el boom” del reconocido Bulería.
“¿Cómo está mi gente de Guadalajara?, hemos venido para la fiesta, pero hay una serie de canciones que me han unido a México, a mi precioso México, ahora de una manera íntima preparamos un medley de telenovela”, enlazando “Quiero perderme en tu cuerpo”, “Esta ausencia”, “Culpable” y “DÍgale”, esta última, la canción más ovacionada hasta el momento, abrazado a la bandera mexicana como estandarte característico de la noche.
“Que musicazos tenemos sobre el escenario”, dirigió el urcitano continuando con la balada “El ruido”. De pronto un fan le quiso regalar un billete de cien pesos, y David de manera amable le dijo que se los entregara de parte de los dos a la señora que está en la entrada de la Basílica de Zapopan, lugar que había visitado por la mañana.
Sin quitarse la bandera, presentó el tema de sonido ochentero “Tengo roto el corazón”, sul hit “Esclavo de tus besos” e imploró un “Silencio”, para después hacer una breve pausa y cambiar completamente de atuendo.
Sonó la guitarra flamenca y David, totalmente de negro, entonó “Abriré la puerta”, canción que hiciera a dueto con Alejandro Fernández. Las féminas no pararon de elogiarle, implorándole el típico «Que se encuere», él, después de vacilar un poco, continuó hablando de la influencia que tiene de la música regional mexicana en su trayectoria y acertar al interpretar “Probablemente”, otro de sus destacados featuring al lado de Christian Nodal.
La bandera como mascada no se apartaba de él, entre “Mi princesa”, de las entregas más sólidas del recital y la esperanzadora “Diez mil maneras”, anunciaban casi el final, no sin antes recitar un popurri bailable compuesto por “Vuelve, vuelve”, feat. Danna Paola; “Si tú la quieres” feat. Aitana; “Dos veces”, feat. Luis Fonsi; “A contracorriente”, feat. Álvaro Soler; “Perdón”, feat. Greeicy; y “A partir de hoy”, feat. Sebastián Yatra, finalizando la tanda reggaetonera de las colaboraciones.
Era obvio que Bisbal no abandonaría el escenario aún, presentando uno a uno a sus músicos, y tras que el público le exigiera otra, regresó a sus orígenes que lo llevaron dos décadas atrás con “Corazón latino”, “Bulería”, de las más solicitadas, momento que aprovechó una fan para que David se agachara y le firmara, rematando con “Ave María”, en la que destacó la proyección del video original y al cantante igualando la energía de hace 20 años atrás, mostrándose esclavo ante la entrega de los tapatíos.
Texto: Eduardo Roel. Fotos: Luis Gómez Sandi «Lags»