*Más de 40 mil personas abarrotaron el Estadio Jalisco, en la primera de las dos fechas del cantante en Guadalajara
Es indiscutible el nivel de convocatoria que Luis Miguel sigue despertando en las masas; si bien su anhelada gira fue anunciada desde hace más de ocho meses, la espera no fue en vano. En la primera de las dos fechas que el emblemático cantante de habla hispana tuvo en Guadalajara, El Sol de México salió triunfante como era de esperarse.
Una noche de fiesta, tráfico excesivo, tarifas carísimas en las cocheras de las casas para lograr estacionarse, bares con música del intérprete a todo lo que da y abundantes stands de comida y de merchandising, prometían que sería una noche única; no era una final o un clásico de fútbol, tampoco un día festivo, pero todo apuntaba que sería algo histórico, que quedará en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de vivirlo.
Después de las 19:00 h, las afueras del estadio ya lucían repletas, largas filas, gente corriendo, atuendos de noche, algunos de gala, y otros con algunos distintivos del cantante. Adentro, el recinto comenzaba a lucir en su totalidad.
Para sorpresa de muchos, a las 21:00h se apagaron las luces para que la noche fuera iluminada por El Sol, mismo que aparecía en las enormes pantallas con un abanico fotográfico de su amplia trayectoria artística, encendiendo al Coloso de la Calzada Independencia en su totalidad.
La orquesta, ya identificada por músicos como Kiko Cribrián, Lalo Carrillo y Víctor Loyo, ejecutaba el opening ideal para que El Sol se elevara, despertando la ovación y poniendo a todos de pie con la clásica “Será que no me amas”, al ritmo de su característica coreografía.
El romanticismo de “Amor, amor, amor” y la cadencia de “Suave”, retumbaban al unísono, pero la despechada “Culpable o no”, incrementó el volumen, que de por sí, sobrepasaba a la voz de Luis Miguel como era de esperarse.
“Te necesito”, sirvió de relajación y “Hasta que me olvides”, volvió a conectar con la melancolía desbordada en los presentes, para llegar a una de las sorpresas, volver a escuchar “Dame”, después de más de dos décadas de no incluirse en un repertorio del mexicano.
Los boleros son infaltables en el catálogo de Luis Miguel, y “Por debajo de la mesa”, “No sé tú”, ambas de Armando Manzanero, y un medley que incluía “Como yo te amé”, “Solamente una vez”, “Somos novios”, “Todo y nada” y “Nosotros”, complacieron a quienes esperaban a uno de los géneros que más domina el cantante.
Esta gira está llena de sorpresas y los dúos virtuales con El Rey del Pop, Michael Jackson en “Sonríe” y “Come fly with me” con Frank Sinatra, lo demostraron, rematando esta parte del show con “Santa Claus llegó a la ciudad”, quedando ad hoc con estas fechas decembrinas.
Los hits ochenteros de Micky no podían faltar, “Un hombre busca a una mujer”, Cuestión de piel” y “Oro de ley”, volvieron a levantar de sus asientos a todos los presentes, continuando con las clásicas “Fría como el viento”, “Tengo todo excepto a ti” y “Entrégate”, sumando ya, más de una hora de concierto.
Luis Miguel tiene que pasar por todas sus etapas y, así como los boleros, otro género que ha sabido dominar es el mariachi, por lo que en la tierras tapatías no se le perdonaría omitirlo. El Mariachi Vargas de Tecalitlán hizo acto de presencia para continuar el variado espectáculo y poner a todos a cantar con “El Son de La negra” y “Guadalajara, Guadalajara”, para después junto al Sol, hacer estallar al estadio con “La Fiesta del Mariachi”, “La Bikina” y “La Media Vuelta”.
Se avecinaba el final y las power ballads “No me puedes dejas así”, “Palabra de honor” y, quizá su hit más representativo de todos los tiempos, “La incondicional”, secuestraron a quienes tenían meses de espera, desde el mes de abril en el que agotaron los boletos.
El dance de “Te propongo esta noche” fue acertado, preparando para el derroche de energía que despertó el popurrí bailable que incluye los éxitos “Ahora te puedes marchar”, “La chica del bikini azul”, “Isabel” y “Cuando calienta el sol”, en el que flotaron a lo largo de la cancha las pelotas gigantes negras adornando y dando el closing perfecto a tan esperado encuentro.
Un total de 36 canciones, casi dos horas de espectáculo, un Estadio Jalisco con más de 40 mil espectadores, un Luis Miguel de cero palabras, pero que demostró que con su canto no es necesario utilizarlas. El Sol de México salió triunfante en la primera de sus dos noches en la Perla Tapatía. Hoy contó una historia diferente y queda la expectativa de una noche más en octubre del 2024 en la que, seguramente, El Sol volverá a brillar de nuevo con luz propia.
Texto: Eduardo Rodarte Fotos: Luis Gómez Sandi «Lags»