*La mítica banda de heavy metal regresó a Guadalajara en un rito de fuerza y poder
La ausencia de luz y el protagonismo de la oscuridad, se apropiaron de Guadalajara la noche del sábado 7 de octubre con el regreso de los Ángeles del Infierno, tras cinco años de ausencia, quienes sellaron su pacto con los tapatíos que llenaron de remeras negras el emblemático Teatro Diana, en un ritual satánico que quedará para recordar.
Megaton ya había calentado los motores y, pasadas las 22:00h, el intro de “Todos somos ángeles” comenzó a emitirse omitiendo la clásica apertura de “¿Dónde estabas tú?”, con algunas fallas técnicas que perduraron todo el concierto, pero que prefirieron pasar desapercibidas por el conglomerado que entregaba su alma al diablo canción con canción.
“Sombras en la oscuridad” hacía acto de presencia cuando la fuerza de “Rocker” y “Prisionero”, encarcelaban a los presentes de manera apremiante, permitiendo continuar con “Vives en un cuento” del cual nadie quería escapar.
La melancolía se unificó en una sola voz junto a Juan Gallardo, vocalista y líder, quien hacía entrega de “Pensando en ti”, la balada power por excelencia.
El momento incómodo fue cuando Robert Álvarez, guitarrista principal y fundador, dejó el escenario por algunas fallas con su amplificador, cediendo el protagonismo a Foley Colchado que tuvo que llenar ambas guitarras, pero lo hizo de manera acertada.
El romanticismo no es enemigo del metal y “Si tú no estás aquí” se convirtió en un grito desesperado antes de que “El principio del fin” aunado a “Con las botas puestas” regresaran la actitud característica de los rockers.
Algunos temas de la lista se saltaron y “Jugando al amor”, que rara vez tocan, se hizo presente al igual que el imperio de los “Héroes del poder” que arremetían junto a los “Condenados a vivir”, omitiendo “Sangre”, y protestando “A cara o cruz”.
Tras “Fuera de la ley” todos esperaban la llamada del “666”, que daba broche final, pero dejaba insatisfechos a quienes solicitaban más smosh y aclamaban que el ritual continuara, logrando que “Al otro lado del silencio” se entonara de manera uniforme, uniéndose al himno infernal por excelencia “Maldito sea tu nombre”, y finalizando el encuentro como es de costumbre con el “Pacto con el Diablo”.
Texto: Eduardo Roel
Fotos: Yorch Gomez/ Teatro Diana