*San Pascualito Rey, con su gran trayectoria sonora, se presentó en gran festividad desde el C3 Stage con el aniversario de su álbum debut
San Pascualito Rey, con su estilo único que fusiona diferentes géneros musicales, ha conquistado a diversas generaciones a lo largo de su evolución artística. La mezcla de mariachi intergaláctico, rock guapachoso, perreo melancólico, combinados con un poco de cumbia y son, entre otros, les ha otorgado un distintivo apreciado por sus fans. Hace 20 años, lanzaron su aclamado primer disco de estudio Sufro, Sufro, Sufro, que los puso en la mira de muchos, mereciendo una gran celebración.
En la noche del viernes 2 de junio, el C3 Stage se vistió de gala para recibir a San Pascualito Rey, que contó con el señor Carlos Avilez y su banda Los Forajidos como invitados especiales para abrir la conmemoración. Con el público presente desde horas previas, el espectáculo comenzó alrededor de las 22:30 horas. Composiciones como «Paraíso», «La rama» y «Canción de amor tajado» se adentraron en los oídos de los asistentes, disfrutando de una gran presentación del músico y cantautor representativo de la escena del rock tapatío.
Después de una pausa y con las ansias a tope de los fans, finalmente alrededor de las 23:20 horas, las luces del lugar se atenuaron, dando paso a una iluminación especial y al encendido del logotipo de San Pascualito Rey. Uno a uno, los integrantes, encabezados por Pascual Reyes, comenzaron un repaso de su impactante LP. Una a una de las rolas que lo integran fueron interpretadas en orden «Te voy a dormir», «Disturbios», «Espero»..
Pascual Reyes en todo momento, realizaba comentarios, bromas y respondía a lo sucedía entres los asistentes radiantes de felicidad, además de compartir algunas reflexiones. Antes de tocar «Si Pudieras Ver», mencionó que dicho tema fue escrito para su padre y que en esta ocasión se la dedicaba a su amigo Alejandro Tavares, quien se encontraba entre los asistentes y que sufrió recientemente la pérdida de su papá. Al terminar la interpretación, el líder de la banda recordó cómo, al inicio de su carrera hace 20 años, decidieron aventurarse fuera del entonces Distrito Federal y eligieron a Guadalajara para ello. Llegaron a la ciudad con una lista de teléfonos de conocidos, amigos y miembros de los medios de comunicación y la música. Para su sorpresa, todos los contactos les abrieron las puertas, lo que derivó en un día con tres shows en diferentes puntos (Bar La Mutualista, Av. Chapultepec y Bar La Puerta 22), sin cobrar, pero extasiados de poder tocar ante públicos entusiastas. Este evento sembró el amor por la ciudad y fue la razón por la cual decidieron realizar este concierto de aniversario.
La noche continuó con más momentos especiales mientras repasaba a Sufro, Sufro, Sufro. En «Nos tragamos», Pascual bajó a cantar entre la gente; agradeció a su amigo Augusto en «Tírame», por ayudarles a vender playeras en su primera visita a los tapatíos. Después de «Caminito», la banda abandonó el lugar, pero unos minutos más tarde, Pascual Reyes regresó solo con su guitarra bajo una luz tenue para interpretar «Escondida» , es decir, los versos que se escuchan unos instantes después de terminar el tema cierre de disco.
Comenzó lo que podría llamarse la segunda parte del concierto, arrancando con «Olvidate de mi». En ese momento, el C3 resonó y envolvió a todos los presentes, quienes entonaron el coro principal a capella y a todo pulmón. Esto volvió a ocurrir al final de la velada con «Si te Vas», cuando el vocalista descendió nuevamente para cantar junto a su gente, hombro a hombro.
La energía no se detenía y los coros no faltaban. Los brindis eran constantes, incluso les obsequiaron una caguama a los anfitriones, quienes no dudaron en compartirla con todos. Las peticiones de canciones, las declaraciones de amor e incluso los mala copa que invitaron a salir del venue, se hicieron presentes. Todo esto es algo que ocurre en cualquier gran fiesta y en esta ocasión no fue la excepción.
También disfrutaron de «En la oscuridad» , dedicada a aquellos que no los calienta ni el sol y los carga la chingada. Asimismo, se pudo escuchar una nueva versión de «Nunca te voy a olvidar» , que el vocalista dedicó a su madre, quien se enteró de ello días antes de su fallecimiento. Otras que se interpretaron fueron «No hay nada», «Canción que quema», en la que aprovecharon para invitar a las próximas proyecciones del documental homónimo, y unas cuantas piezas más. Fue un recorrido por los grandes éxitos de una de las bandas más representativas del rock nacional en la actualidad. Este magnífico momento culminó minutos antes de las 02:00 de la mañana del sábado.
Texto: Roy Arce Fotos: Luis Gómez Sandi «Lags»