*Más de cuatro generaciones reunidas abarrotaron el Auditorio Telmex en una noche llena de recuerdos.
No me gustan las frases cliché ni el típico “recordar es vivir”, te hace sentir viejo y, por lo menos a mí, no me complace en absoluto. Pero tres horas del sábado pasado se encargaron de confirmarlo.
El sonar de “Up & down” de los Vengaboys, situaba a los tapatíos en sus asientos que, a prisa, llenaban el Auditorio Telmex, cuando de pronto las pantallas se encendieron y en las bocinas se emitía: “Bienvenidos a la máquina del tiempo, esperamos que estén preparados para este maravilloso viaje, el tren de los recuerdos está a punto de partir, próxima estación Guadalajara, Guadalajara…”.
Dando las 21:10 horas “La vida es mejor cantando” ponía a Benny Ibarra al centro del escenario rindiendo tributo a su vieja banda, mientras que poco a poco, Erik Rubín, Magneto, Caló, Sentidos Opuestos, JNS y Lynda, se unían a él, como opening cabal, para viajar por decenas de canciones que se han quedado en el colectivo que se complace del pop en nuestro idioma, de pop mexicano.
“Eternamente” los Sentidos Opuestos se quedaron en solitario. La bina, conformada por Alessandra Rosaldo y Chacho Gaytán, se adueñaba de la tarima con el público de pie, mismos que esperaron a Karla, Angie, Melissa y Regina, ahora bajo la bandera de JNS, para entonar “Solo vivo para ti”. Lynda, tras veinte años de ausencia en los escenarios, puso a todos “A 1000 por hora”, mientras que Caló y sus “Formas de amor” fueron los veteranos que le dieron el toque diferente a todo el cartel. Benny trajo a los dosmiles con “Llueve luz” y Magneto, que quizá eran el plato fuerte de la noche, pusieron a todos a “40 grados” indiscutiblemente.
Los duetos o colaboraciones en este espectáculo son esenciales y Lynda regresó para interpretar, al lado del quinteto, “Para siempre”, una de las baladas indiscutibles del show; Timbiriche se hace presente cuando Benny y las JNS entonan el clásico ochentero “Tú y yo somos uno mismo”, mismas que se quedan y acompañan a Caló para gozar de la “Colegiala”. Claudio Yarto, María y Mayia Karuna, y los hermanos Méndez, se unen a Erik al ritmo de música disco que tiene “Dame amor”, para dar paso a Sentidos Opuestos en “Atrévete” formando una tercia con Linda y Magneto.
Alan, Mauri, Elías, Alex y Tono, ponen a prueba al auditorio que se pone melancólico al entonar “Mal herido”, dupla que hacen con Erik, quien espera a Lynda para darse valor y gritar “No quiero verte”. El pop noventero en todo su esplendor luce al beat de “Estoy por él” de las JNS formando una quinta junto a Alessandra, para despedir este set con “El cubo” de Caló.
Los ochentas no están ausentes y las JNS ponen la voz de Thalía en “Si no es ahora” a dúo con Erik, mismo que acompaña a Benny, Alessandra y Lynda para declararnos “Muriendo lento”. La tijuanense que por primera vez se une a este tour, vuelca la noche de manera enérgica y entona “Dile” al lado de las JNS. Pero no todo es movimiento, el momento dulce de la velada corre a cargo de Benny y Magneto quienes nos regalan “Sin ti”, dejando todo en calma.
“Enferma de amor” es infaltable, y hace contraste con lo lúdico del “Capitán”, donde Magneto y Caló dan cátedra de las acertadas coreografías noventeras. Lynda y Benny se quitan la “Maldita timidez” y dejan a todos en un “Amor de papel”.
Lo juvenil de los ochentas se hace presente cuando “Suena tremendo” de Magneto se compara con la década siguiente de “Entre azul y buenas noches” de las JNS. Esto no para y Caló pide “Ponte atento”, antes de que Erik se apropie del escenario para rugir “Ámame hasta con los dientes”, como en aquellos ayeres. La parte femenina es ingrediente primordial en todo momento y Lynda emite su primer sencillo lanzado en 1996 “Gira que gira”, cuando a media canción las JNS regresan para complementar el numerito. El show está a punto de terminar y es momento de regresar a los 19 actores a escena para cerrar con broche de oro al ritmo del estandarte “Fiesta”
Los segundos son escasos cuando el reef de “Con todo menos conmigo” se hace notar, dejando a todos anonadados en una sola voz, y no puede haber mejor closing que ver a todos de vuelta con la clásica coreografía de “Vuela vuela”, el himno de la noche por excelencia.
Texto: Eduardo Roel.
Fotos: Luis Fernando Toris Pérez.