*Twenty One Pilots desató la euforia; entre fuego, luces y un mar de voces extasiadas, el concierto fue una experiencia única para todos los 27,000 frens que estuvieron presentes. Revive los momentos más impactantes de la noche
La noche del sábado 22 de febrero, el Estadio Tres de Marzo se transformó en un hervidero de emociones con la llegada de Twenty One Pilots y su The Clancy World Tour, el cual reunió a las cliques, y público en general, de diferentes edades, desde niños hasta adultos mayores.
Desde la noche anterior se reunieron alrededor de 800 fans de la banda, autodenominados Skeleton Clique, que buscaban estar hasta adelante durante el show; a cerca de 500 les entregaron pulseras que les garantizaban ser los primeros en entrar al abrir las puertas, lo cual ocurrió a las 8:00 horas del sábado 22 y se estima ya estaba presente alrededor del 50% de los fanáticos que vivieron este gran evento. Así mismo, desde tempranas horas se notaba el movimiento en el tráfico por la zona, gran cantidad de vendedores con mercancía no oficial y seguidores con algún disfraz o elemento distintivo y que representaba lo que estaban por vivir; los beanies rojinegros, pasamontañas, las cintas rojas y amarillas o hasta quienes se pintaron las manos y el cuello a la usanza Tyler Joseph demostraban el nivel de amor y cariño que los tapatíos le tienen a la agrupación, ansiosos de presenciar el despliegue de energía y creatividad que caracteriza a la banda.
Balu Brigada, la banda neozelandesa de pop alternativo, abrió la velada cerca de las 20:00 horas, calentando motores y preparando el terreno para el plato fuerte de la noche. Sin embargo, la verdadera fiesta comenzó mucho antes de que los estelares salieran al escenario, con el público entonando clásicos como «Cielito Lindo» y el Himno Nacional, creando una atmósfera futbolera con la ola recorriendo la gradería del estadio, así como un mar de luces multicolores de celulares gracias a los papelitos con distintos tonos entregados al público por los miembros de los clubes de fans, cliques.
A las 21:00 horas las luces se apagaron para resaltar la presencia de Josh Dun en la batería, incendiando los ánimos con los primeros acordes de «Overcompensate». El escenario se convirtió en un espectáculo visual, con fuego, pirotecnia para recibir a Tyler Joseph, ataviado con una capucha de orejas puntiagudas, y el icónico logo de la banda iluminando en lo alto del escenario durante toda la noche.
Le siguieron «Holding on to you», momento en que Tyler saludo con un breve ¡Guadalajara! sobre una tarima al nivel de la gente. «Vignette», «Car Radio» y «Heathens» continuaron, mezclando clásicos con temas nuevos. En «Car Radio», se vivió algo sorprendente, ya que Joseph de pronto desapareció del tablado y segundos después reapareció en lo alto de la estructura del escenario, sobre una de las pantallas gigantes laterales, desafiando las expectativas del público que llegaron a pensar que era un doble, mientras el front man permanecía inmóvil, descubriendo su rostro para continuar con la canción, demostrando que era él en persona.
A lo largo del show, los visuales, las columnas de humo y la pirotecnia intensificaron la atmósfera. «The Judge» trajo una pausa donde se proyectó un video con imágenes de los fans que hicieron fila desde temprano, un guiño que provocó ovaciones y reforzó esa conexión tan única que tienen los originarios de Columbus, Ohio, con sus seguidores.
«The Craving», «Tearin my heart», «BackSlide», «Shy away», «Heathens», «Next semester», «Routines in the night», «Navigating», «Nico and the niners», aparecían una tras otras sin bajar la energía, con el estadio pleno cantando a todo pulmón. Videos de ello, en vivo, también se resaltaban en las pantallas gigantes, además de los visuales en el fondo del escenario, relacionados con las canciones y acompañados de impresionantes luces de colores.
En algunos momentos y etapas del show, el dueto bajo del escenario para subirse en las plataformas de los extremos y a la mitad del estadio para interpretar «Routines in the Night», «The Line» y «Mulberry Street»; en esta última, el vocalista brindó instrucciones para coordinar las luces que de los celulares creando una atmósfera mágica y una danza de colores en armonía con la música
«Heavydirtysoul», «My blood», «Guns for hands», «Lavish», se sucedieron una tras otra, manteniendo al público en un estado de éxtasis constante. Con «Ride», uno de los temas más ovacionados. Tyler, regresó a un escenario alterno, saludando durante el recorrido a cuanto fan y personal de staff se encontraba a su paso; invitó a un niño llamado Luis a cantar junto a él. «No tienes que cantar bien, pero tienes que cantar fuerte«, le indicó en inglés antes de brindarle un un micrófono y audífonos para que escuchara correctamente el audio. La multitud le acompañó la escena con aplausos y coros.
«Paladin strait» precedió el encore que cerró la noche con «Jumpsuit», «Midwest indigo», la aclamada «Stressed out» y «Trees», donde nuevamente descendieron al centro del público, desarmaron la batería y compartieron los tambores con la multitud, para que los sostuvieran en alto, mientras les arrojaron agua al mismo tiempo que los tocaban, creando un final apoteósico y una despedida magnífica, demostrando la manera de lograr un fandom increíble, en comunicación, cercanía y momentos espectaculares de cercanía genuina.
Texto: Roy Arce Fotos: Diego Rodríguez