*Para terminar el año, La Barranca regaló a sus fans dos noches mágicas con su gira «Antimateria» en un recorrido de rock sinfónico y e introspectivo en sus dos noches desde el Conjunto Santander
Como parte de la gira Antimateria, La Barranca regresó a Guadalajara para despedir el año con dos conciertos cargados de energía y el sello de calidad de la agrupación, en un par de noches que cubrieron el viernes 13 y sábado 14 de diciembre los dispuestos desde la Sala 3 del del Conjunto Santander de Artes Escénicas. Con una puesta en escena impecable, visuales espectaculares y arreglos de cuerdas interpretados en vivo por músicos de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, la banda logró sumergir al público en un universo sonoro único y personal con su sonido característico y un par de invitados para cada presentación, Gerardo Enciso y el baterista Iván «Navi Nass».
Canciones como «La fuga de Rubén», «Inconmensurable», «En cada movimiento» o «Día negro», entre otras, cobraron vida de una manera especial gracias a los de la sinfónica, dando una chispa particular a estos grandes éxitos del grupo de rock, donde lejos de ser un mero acompañamiento, jugaron un papel protagónico, llevando las composiciones a un terreno más expansivo y envolvente. Cabe mencionar que estos mismos músicos fueron los que participaron en la grabación del disco a presentar durante esta gira.
Además de tocar éxitos con los nuevos arreglos, sonaron otras más como «El alacrán», «Quémate Lento», » Flecha», «Cometa» y más sin olvidar, las que aparecen el nuevo disco, motivo de esta visita, como «Salvoconducto», «IA», «Intacta», «Diosa» y más.
El viernes 13, la velada abrió con «Sueño de orquídea» y «Una tarde en la vida», marcando un inicio introspectivo que pronto se transformó en energía con piezas como «Nueva vida» y «Posiblemente imposible», cerrando con «Día negro». Por su parte, el sábado 14 comenzó con «Pandemónium» y «El velo», dejando claro que el segundo día buscaría emociones distintas. Temas como «Garzas» y «Arde» continuaron la narrativa y añadieron profundidad a la experiencia sonora, noche que concluyó con «Elixir de la vida», tema que sorprendió a los presentes
Durante ambas noches, varias canciones se repitieron en el setlist, (aunque cambiaron de orden); siendo principalmente las que llevaban los arreglos. Sin embargo, esta decisión generó un ligero toque de decepción y confusión en algunos fans que acudieron ambos días y esperaban un setlist más variado , tal como ocurrió en el año pasado donde cada show estuvo destinado a discos distintos; presentaciones que desde desde su anuncio se indicó este formato, no siendo indicado dentro de está gira. Aún con ello, la calidad interpretativa de la banda y la conexión con sus fans lograron mantener la energía en un punto alto durante toda la noche y logrando un buen sabor de boca.
El aspecto visual no pasó desapercibido: proyecciones sincronizadas con la música, imágenes espectaculares y coloridas, además de palabras que emergían al ritmo de la interpretación añadieron una capa narrativa que complementó perfectamente cada tema.
La Barranca reafirmo por qué es una de las bandas más representativas del rock mexicano y la importancia que tiene en la escena. Con Antimateria han creado un disco maduro, que en vivo cobra una dimensión aún mayor. Estos conciertos en Guadalajara, ya tradicionales cada año, fueron la antesala perfecta para el cierre de la gira en la Ciudad de México.
Texto: Roy Arce Foto: Eduardo Favián Blanco