*Kerala Dust creó una experiencia musical hipnótica en vivo, donde los ritmos envolventes y la conexión con el público hicieron vibrar cada rincón del C3 Rooftop.
La noche del jueves 19 de septiembre se transformó en un recorrido sonoro que llevo a los presentes en el C3 Rooftop a transitar por paisajes tan diversos como intensos, convirtiéndose en un oasis sonoro dentro de una atmósfera íntima, gracias a Kerala Dust. La banda londinense conocida por su fusión de techno avant-garde, rock psicodélico y toques electrónicos, atrapó a los tapatíos en cada acorde y beat desplegado durante su show.
El encuentro, previsto originalmente para realizarse en el C3 Stage, fue trasladado al C3 Rooftop del mismo, dando un aire más íntimo al evento. Una decisión que concluyo en una experiencia más cercana y envolvente, donde cada acorde parecía resonar directamente en el corazón de los asistentes.
El preludio estuvo a cargo de Vongold y su Dj set con el que la originaria de Guadalajara fue preparando al público con una mezcla de sonidos oscuros y bailables cerca de una hora, dejando un aire cada vez más eléctrico a medida que se acercaba la hora de los estelares. El C3 Rooftop, que en un inicio mostraba áreas vacías, poco a poco fue llenándose de una energía que anticipaba lo que estaba por venir.
Se apagaron las luces y sonó el primer acorde de «Closer», así Kerala Dust irrumpió, desatando una ovación; siguieron temas como «Moonbeam», «Evening redness», transportando a un universo paralelo como con un hechizo, envolviendo a todos en un entorno casi místico. Los ojos cerrados de algunos reflejaban un trance vivido con la música.
Por un lado, Edmund Kenny (vocalista), se mostró enérgico, saludando, brindando con su cerveza de lata que lo acompaño en su interpretación, y liberando algunas frases en español para hacerse entender mejor; además de ponerse a bailar al ritmo de la música en cada espacio instrumental que se lo permitía. Los fans, por su parte, respondieron con entusiasmo, moviéndose al compás de los hipnóticos ritmos de Kerala Dust y la energía contagiosa del vocal, llevando a todos a perderse en la cadencia de su tempo melódico.
Los Kerala no sólo presentaron su último álbum de estudio, Violet Drive, con temas como el homónimo al disco o «Salt», sino que también entregaron algunos de sus éxitos más antiguos, como «Bell», y «The Pearl». Con cada canción, la intensidad aumentó, creando una atmósfera de euforia colectiva.
La música seguía a flote y canciones como «Love in the Underground», “Pulse VI” y “Maria» aparecían en el escenario volviendo palpable la reflexión e introspección;aunque como es costumbre, durante el show se veían algunos celulares grabando inmortalizando los recuerdos, esto fue en menor medida, dejando evidente la profunda entrega de la gente al disfrute del instante.
Tras esta ronda de canciones, se despidieron con agradecimiento, volviendo unos minutos después con el encore que incluyó «Nevada», «Phoebe» y «Nyla», sellando así con un final apoteósico que dejó a todos en un estado de éxtasis compartido. Un sitio donde la música fue el lenguaje universal y cada canción fue un pasaje hacia un mundo donde sólo existía el ritmo hipnótico de Kerala Dust.
Texto: Roy Arce Foto: Alejandro Monroy