*Lagos de Moreno cerró las celebraciones de su 461 Aniversario a ritmo de Mambo con la Orquesta de Pérez Prado y Rubén Albarrán
El Festival de Marzo en Lagos de Moreno se ha consagrado como el escaparate cultural por excelencia para conmemorar cada aniversario de esta ciudad cuya relevancia histórica tiene un peso considerable para Jalisco y el país. Todas las corrientes artísticas confluyen durante un mes en diversos recintos cerrando magistralmente con un show estelar que, para este año, dio un giro interesante al remembrar los tiempos gloriosos del Mambo a cargo de la Orquesta de Pérez Prado con Rubén Albarrán en dos eventos.
El primero de ellos, el sábado 30 de marzo, consistió en un conversatorio sobre el Mambo entre Israel Garnica, director de la Orquesta Pérez Prado y Rubén Albarrán, de Café Tacvba y Hoppo en el Teatro José Rosas Moreno. Bajo los imponentes murales y la deslumbrante arquitectura de este teatro que es Patrimonio de la Humanidad, los artistas hablaron de los orígenes de este género, su importancia en la cultura popular y las motivaciones que los han llevado a incursionar y preservarlo superando los saltos generacionales.
Israel Garnica, cuyo padre fue miembro de la orquesta mientras estuvo bajo la batuta de Dámaso Pérez Prado, resaltó que esta «nunca desapareció ni ha dejado de trabajar, pero no tenía la proyección que tiene ahora» destacó que este resurgimiento se dio a raíz del centenario del natalicio de su fundador y eso permitió atraer invitados especiales como Rubén Albarrán.
A su vez, el fundador de Café Tacvba, declaró que su primer acercamiento al Mambo fue por las fiestas familiares así como las películas del cine mexicano. «El Mambo significa alegría, fiestas, reuniones, tardes de ver películas maravillosas de Tin Tán, Tongolele, Agustín Lara», complementó y calificó a Pérez Prado como «un artista extraordinario con una visión adelantada a su tiempo, pero afianzada al lugar y tiempo en el que está viviendo».
Por su parte, el director de la orquesta reconoció que la presencia de Rubén Albarrán ha permitido acercar el Mambo a un público más diverso y que por sí solo quizá nunca lo hubiera hecho. Además, se habló de algunos proyectos a futuro como una película, algunos Mambos originales y una colaboración de la Orquesta con Los Cacomixtles, un proyecto de Rockabilly impulsado por Rubén Albarrán integrado por las leyendas del rock nacional Rafael Acosta, Rafael Miranda y el Gato Rockabilly.
Al día siguiente, el Jardín Principal y sus alrededores, fueron rebasados por los cientos de asistentes que, incluso desde las escalinatas de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, buscaban un resquicio para disfrutar del cierre espectacular que correría a cargo de la Orquesta de Pérez Prado y Rubén Albarrán a partir de las 20:30 h. Con un ligero retraso, los metales, timbales, percusiones y las atractivas Mamboletes se apoderaron del escenario estremeciéndolo en todo su esplendor con «Mambo a la Kenton», seguido de «Panchito Eche» y el «Mambo Sax» con su magistral solo de saxofón. Israel Garnica, haciendo gala de su enorme dominio escénico, condujo con el espectáculo con gracia y naturalidad en medio de los bailes intricados y múltiples vestuarios de las Mamboletes y la armoniosa candencia de la orquesta. Siguieron temas como «Chula linda», «Caballo negro» y «Cerezo rosa» antes de la aparición de Rubén Albarrán sobre el escenario justo cuando el «Mambo universitario» y «Mambo politécnico» cimbraban con sus distintivos acordes.
La fiesta fue incrementando su temperatura conforme avanzó la noche y surgían los Mambos más representativos de Dámaso Pérez Prado. Con el «Mambo del ruletero», «Mambo número 5», «Bonito y sabroso» y el «Mambo Lupita» prácticamente todos los ánimos estaban encendidos con las calles convertidas en pistas de baile multitudinarias. Rubén Albarrán aprovechó para recordar a Tin Tán con «Bonita» antes de cerrar con broche de oro con «Mambo número 8».
Así, entre fuegos artificiales, baile, luces, colores y mucho, mucho Mambo, Lagos de Moreno celebró su 461 aniversario en medio de una auténtica fiesta que, seguramente, quedará prendada a la posteridad.
Texto: Karen de Alba González Fotos: Luis Gómez Sandi «Lags»