*Tras quince años de ausencia, RBD se presentó el domingo 26 de noviembre en el Estadio 3 de Marzo
Miles de fanáticos se dieron cita para vivir una experiencia que, al paso de los años, parecía imposible. Sombreros rosas, estrellas en la frente, corbatas, sacos rojos y botas largas desfilaron por las entradas del recinto, el Elite Way School se veía presente en cada asistente que fue llegando poco a poco hasta colmar con más de quince mil rebeldes el estadio.
Tras una larga e inquietante espera, pasando las 20:00 h, la iluminación abandonó el escenario, los gritos se escuchaban con estridencia; las pantallas proyectaron una galaxia y con un pequeño intro acerca del amor, descendieron de una tarima circular todos los integrantes de la banda. Maite Perroni, Anahí, Dulce María, Christopher Uckermann y Christian Chávez rompieron el silencio con el éxito “Tras de mí”.
Pese al gran equipo de sonido, las voces de los intérpretes pasaron a segundo plano, la energía y euforia se podía palpar en el ambiente.
“Gracias por no olvidarnos, por estar aquí…” gritó Anahí. “No importa cuánto tiempo pase, realmente ustedes han hecho que RBD siga existiendo, por ustedes estamos aquí…” secundó Maite. Sin más, el show prosiguió con “Un poco de tu amor” y su último sencillo “Cerquita de ti”. Luces destellantes, bailarines y prendas extravagantes; la agrupación llevó a la audiencia en un viaje por el tiempo. El setlist contó con más de 30 canciones, entre ellas “Otro día que va”, “Inalcanzable”, “Me voy”, “Y no puedo olvidarte”, “Enséñame” y “Futuro ex novio”
Cada integrante tuvo su performance, enloqueciendo a los fans. Hubo un momento en el que Christian Chávez se adueñó del escenario y apareció con un impactante traje rosa, acompañado de mariachi y ,claro, un espectacular sombrero rosa. Tras su presentación, comentó que las personas no deben juzgar por sus preferencias, religión e ideologías y que, a quien no le pareciera «que chingue a su madre».
Otro momento especial fue la interpretación de Dulce María con “No pares”, en el que se mantuvo sentada en una tarima circular que colgaba en el cielo, volando sobre el escenario.
Pero sin duda, el éxtasis de la noche y la canción más esperada de todos los rebeldes fue “Sálvame”. Anahí apareció con su sombrero rosa y cantó a todo pulmón a lado de sus fieles seguidores.
Para cerrar con broche de oro, las luces abandonaron de nuevo el escenario, pero en esta ocasión, cinco maniquíes aparecieron con los sacos rojos característicos del Elite Way School, mismos que marcaron a toda una generación. Tras ponerse el uniforme, “Rebelde” dio por terminado el espectáculo.
El concierto pasará a la historia gracias a la montaña rusa de emociones y a ese reencuentro que estaba pendiente para miles de fanáticos y que, por fin, pudieron darle un cierre a su historia rebelde.
Texto: Andrea Fotos: Luis Gómez Sandi “Lags”