*Tras ocho años de ausencia, la cantautora colombiana, pisó la Perla Tapatía con su gira «Ya no somos los mismos»
La noche del jueves 2 de marzo, la energía fluyó con cada persona que llegaba al Teatro Diana. Cruzar la entrada principal y encontrar el asiento, se convirtió en una travesía para todo el público; miles de personas desfilando por las escaleras y puertas de accesos, esperando una noche mágica, llena de melancolía, amor y desamor.
A las 21:00 hrs., la intérprete de “Ojos noche” arribó al escenario, con un look desenfadado y fresco; un conjunto de básquetbol de los Lakers marcado con el número 32 y unas botas vaqueras verde neón. Elsa cautivó a su audiencia con los primeros acordes de “Hasta donde se enamora”
“Baby Us”, “Planeando el tiempo”, “Palabras y miradazzz” y “Haciendo discos” hicieron bailar y cantar a todo pulmón a los presentes, quienes movían las manos de un lado al otro simulando ondas de mar. Su guitarra, llena de brillitos, resaltaba en la tarima.
“Como la están pasando? Me alegro. Oigan, yo tenía un novio… pero ya no es mi novio gracias al cielo… bueno, muy tóxico, horrible todo, el punto es que un día dije,o se va al carajo o este es mi futura pareja para toda la vida, y le hice esta canción…»
“Mierda” resonó en el teatro, cautivando a unos cuantos y haciendo llorar a otros. Ese momento tan íntimo, se llevó los aplausos del público y la nostalgia que embriagó a cada asistente.
“Ustedes y yo no nos conocíamos”
“Atravesao”, “Decir que no” y “Primavera” reactivaron al público, haciéndolos bailar y brincar de sus asientos. Con movimientos sensuales y desenfrenados, Elsa motivó a sus fans a bailar.
“¿Cómo mueven las caderas en Guadalajara?… Pa’ abajo, pa’ abajo, pa’ bajo, “pa’ bajo…” gritaba sin dejar de doblar las rodillas.
Más adelante, se sentó en al filo del escenario, con su guitarra de vuelta, brillando más que nadie, conectando con su audiencia.
“Estoy flipando… que les puedo decir, estoy muy impactada, los veo a todos y está espectacular, gigante”
Sin dejar de observar el recinto abarrotado, prosiguió con su speech. “Oigan, la primera vez que yo vine a Guadalajara, fue como en el año 2015, al Foro Independencia…” varias personas del público levantaron la mano. “Uno, dos, tres.. siete, creo que eran los únicos que estaban ahí, verlos a todos aquí es muy fuerte, ocho años después….”
Con los primeros acordes de “A tu ladito”, los presentes encendieron las luces de sus móviles, iluminando el gran Teatro Diana.
Rompiendo la magia del momento, Elsa criticó su outfit y pidió disculpas a los fans por no portar ropa mexicana. “Hay muchas camisas bonitas en Guadalajara y decidí usar una que es de otro país…”
Brincando y acercándose al público, continuó: “Le dedico esta canción a todas las niñas que quieren casarse con su vato y su vato es un weón, pídele matrimoniooo” gritó.
“Grecia” retumbó a coro con potencia, consiguiendo el objetivo de la cantante.
“¿Qué está pasando… ¡Tiene un anillo! ¡Yei! ¿Cómo te llamas?… Johana cuéntanos… ¡Luz y Johana se van a casaaaar!”
Tras el inesperado y divertido momento, “Forma antigua”, “Desamarte”, “Amantes y amigos” y “Como acaba” mantenían un sube y baja de emociones.
“Ojos noche” consumió la voz de la intérprete, pero miles de ellas a coro se encargaron de que, ese gran éxito, se escuchara en todo el país. Fue uno de los momentos más icónicos de la noche.
“Gracias” y “Eres diamante” encaminaron a la recta final.
“La ventana” nuevamente puso a bailar a todos; Elmar corría por todo el escenario, brincando y moviendo las caderas.
Con broche de oro, “Culpa, tengo” atrapó todas las emociones de la noche. Elsa se despidió como una de las grandes, prometiendo volver a tierras tapatías.
Texto: Andrea Reyes Fotografía: Luis Gómez Sandi «LAGS»