Aunque durante cinco años el podcast “La hora feliz” se convirtió en uno de los más escuchados entre la comunidad de internet, llegó a su fin en marzo del 2022 debido a una polémica en Tiktok con uno de sus integrantes, El Tío Robert.
Durante el mes de marzo, El Cojo Feliz y El Tío Robert anunciaron el final de su proyecto “La hora feliz”, un podcast que estuvo durante cinco años ininterrumpidos en varias de las plataformas digitales. El fin de las transmisiones se debió a una polémica declaración de una chica en la que estuvo involucrado el Tío Robert. En TikTok se difundió información sobre un supuesto abuso por parte del comediante y, por consecuencia, llegó la total cancelación del proyecto. Sin embargo, se anunció una gira de despedida por parte del elenco. “Está mal reírse de esto” es el nombre oficial con el que, El Cojo Feliz y El Tío Robert, visitarán varias ciudades de la república, entre ellas Guadalajara.
La polémica que se generó tuvo un impacto mediático tan grande que, además de ocasionar la cancelación del proyecto, creó una división entre sus oyentes. La última emisión estuvo dedicada, como de costumbre, a un sólo tema, las “últimas veces”, en el que todos los participantes dedicaron unas palabras y recordaron el crecimiento del podcast.
En entrevista exclusiva para Nine Fiction, El Cojo Feliz nos contó sobre la cultura de la cancelación y el sentimiento por dar fin a este proyecto. “Pues mira, siempre es complicado, siempre duele, es difícil cerrar ciclos, y sobre todo al miedo de qué va a seguir, el miedo a si esto que hemos logrado, que había después con La hora feliz. Es de sabios decir adiós cuando se puede, cuando nos podemos ir con dignidad, cuando podamos irnos con la frente en alto, satisfecho con el contenido que hicimos; es importante recordar que no estamos muertos, que el proyecto es una cosa y las cosas que tenemos para dar son otras, si es de las cosas más difíciles que he enfrentado pero se sale adelante, pude estar bien sin una rodilla, pude estar bien sin dinero toda mi infancia, eventualmente aprenderemos a estar sin la hora feliz”, declaró el comediante.
También habló sobre la relación con su compañero El Tío Robert, “Fíjate que la química con El Tío Robert y yo, pues, es innegable, eso si no hay manera de ocultarlo, la gente lo sabe, entonces siempre que nos reunamos siempre tendremos una cosa buena que ofrecerles al público, entonces no nos den por muertos, no crean que ya nos vamos a retirar de la comedia ni mucho menos, tenemos mucho para dar, viene mi hija en camino, vienen muchos proyectos que hacer, entonces ténganos paciencia”.
Ambos comediantes son reconocidos por el gran trabajo en equipo que han generado y por crear un estilo de comedia muy efectivo, “La verdad es que fue un camino empedrado y de subida, no sabíamos si iba a funcionar, la verdad es que es como el quinto proyecto que hemos hecho juntos, entre diferentes colectivos de stand up, entre diferentes colectivos de sketch, lo hemos intentado varias veces Roberto y yo, le digo Roberto cuando no es el tío Robert, ósea, Roberto es el señor, algunas veces fracasamos en el término subjetivo pero yo creo que pues era el aprendizaje que teníamos que tener antes de llegar a La hora feliz y posiblemente así sea La hora feliz, nos gusta verlo a que todo es aprendizaje”.
El Cojo Feliz comentó sobre el auge con el que cuentan las redes sociales y la fórmula con la que se convierten en trampolines para el éxito, “Si no existiera la democratización de los medios nunca hubiéramos podido tener La hora feliz y si no hubiera sido YouTube una plataforma en la que tú te construyes a tu público y no al revés, creo que no estaríamos en el mismo lugar; si yo hubiera llegado con algún ejecutivo de Televisa o Tv Azteca a decirle, oiga, fíjese que tengo una idea de un contenido de un gordo y un cojo diciendo vivencias durante una hora, cualquier ejecutivo te hubiera mandado al carajo. Creo que si es indiscutible que las redes sociales nos han dado el éxito”.
La cultura de la cancelación es uno de los temas que no se podían omitir, así que el comediante declaró, “creo que no hay que perder de vista que muchas de las solicitudes que hace la gente son legítimas. Sí, hay mucha violencia contra la mujer, contra algunos grupos demográficos, es cierto que hay cosas que mejorar, pero también que la comedia es un reflejo de la sociedad en la que vivimos y no somos la causa sino nada más el reflejo, entonces nunca hemos sido, de querer atacar a nadie, ni vulnerar a nadie, para nada, nuestra idea es reírnos de todo parejo y a veces pasa que toca un tema de un grupo vulnerado, pero nuestra filosofía siempre ha sido de que todos merecen un chiste y que todos merecen reírnos de lo que nos pasa”.
Debido a los reclamos que han aparecido recientemente en contra de muchos comediantes, El Cojo nos platica sobre una posible persecución hacia la comedia, “pues no me gusta hacerme la víctima, nunca ha sido mi estilo, ¡ay pobrecitos de nosotros!, porque desde la discapacidad tengo una dignidad que no me permite dar lástimas, ¿sabes?, es algo que no me permito para mi vida. Me preocuparía estar proyectando eso, las cosas son como son y se chambea y ustedes la opinión pública decidan hasta dónde es la línea que no se debe rebasar para poder llegar a esa línea, para poder bailar en ella. No me voy a victimizar, porque también eso hablaría de que yo soy muy cerrado y que solamente quiero hacer un estilo de comedia, ósea, yo en los diez años que llevo haciendo comedia en televisión abierta, en la que no puedes decir ninguna palabra altisonante, si yo no soy chistoso sin decir ni una palabra altisonante, el problema está conmigo, tal vez si estoy limitado en mis facultades cómicas, pero no, no me siento así, la gente no se da cuenta que lo que duele no es el hecho sino la impotencia y lejos de reclamarle a los gobernadores, a las personas responsables de la seguridad pública, a protección civil, a toda la cadena de personas que son corrompidas o que tienen algo que ver en que esa tragedia sucediera, pues prefieren reclamarle al comediante”.
Siendo la gira del adiós, El Cojo confesó cómo vive cada show sabiendo que serán los últimos de «La hora feliz»: “Hay que entregarlo todo en la cancha. Parece revista de futbol pero sí hay que entregarlo todo, hay que dar el show como si fuera el último porque no se sabe cuándo volverá a ser pandemia, cancelaciones, no sé, que alguno de nosotros de positivo a Covid-19, no sé, hay muchas formas de las cuales podemos no terminar la gira, entregarle lo mejor a la gente, darle de vuelta, aunque sea la mitad del cariño que nos dan porque de verdad, te lo juro que si conmueve, se ha tatuado mí mismo tatuaje, se han hecho muchas muchas cosas, cartas de agradecimiento, entonces, no hay mera de pagarles a ellos que nos quieren, más que dando lo mejor en el escenario, tratando de innovar y así”.
No cabe duda que Guadalajara es una de las plazas más importantes para la comedia, tanto para consumir, como para generar. El Cojo nos comenta sobre amor hacia la Perla Tapatía, “Sí, es una de las mejores plazas, ó sea, lo mencionaba en otra entrevista que el mayor récord de Franco Escamilla es en Guadalajara, el de Los Cotorros también en Guadalajara y a nosotros no nos han dejado caer la verdad. Han sido muy muy calurosos con nosotros y nos encanta Guadalajara porque tienen una esencia distinta para la comedia. Ellos son, no sé, como muy libres, muy desmadrosos, cosas que no se podía decir en otros lugares, aquí si te las aguantan, así que hacemos muy bien en volver”.
Para concluir con la entrevista, El Cojo Feliz nos describe cómo ha sido el aprendizaje que tuvieron con «La hora feliz»: “La importancia de lo que haces, el estar en la mesa de tu comedor hace cinco años no sabes qué impacto puede repercutir en mucha gente de otros lugares que no conoces, o sea, yo me he sentado con El Tío Robert frente a unos micrófonos chafas, con un audio desfasado y así, y saber que había alguien del otro lado escuchándolo, alguien que esté en depresión, se tiene que hacer un contra peso para la maldad que hay en el mundo, alguien tiene que hacer la comedia y hacer reír, entonces ese es el aprendizaje que me llevo, dar siempre lo mejor de mí, porque no sabes quién está del otro lado “.
La cita con «La hora feliz» será el próximo viernes 1 de julio en punto de las 21:00 horas en el Teatro Galerías. El precio de los boletos se encuentra desde los $650 a los $750 y se pueden adquirir en la taquilla del teatro o en Boletia.com.
Texto: Javier González