“Cuando dicen que soy Dios, yo respondo que están equivocados: soy un simple jugador de futbol. Dios es Dios y yo soy Diego”.
El día de ayer partió un grande, el Pelusa, el único 10, Diego Armando Maradona; falleció a sus 60 años por un paro cardiorrespiratorio tras haber sido operado de un coágulo en el cerebro, en Tigre, Buenos Aires, Argentina. Noticia que sacudió al mundo entero y llenó de tristeza a toda una nación que lo despidió en un sitio que pocos tienen el honor, en Casa Rosada, así el pueblo argentino, a quien les enviamos un fuerte abrazo, le dijo adios a una de sus mas grandes figuras.
Nacido el 30 de octubre de 1960 en Lanús Oeste en Buenos Aires, se volvió desde muy joven en una celebridad del balompié, señalado por muchos como el mejor futbolista de la historia o comparado con el mítico Pelé, al que, sin duda, tal vez lo único que le faltó para dejar claro su «dominio» como el mejor, fueron los altibajos de su vida personal. Fue campeón de la copa del mundo en 1986, subcampeón en el 90; campeón del Mundial Juvenil en 1979, y obtuvo la Copa Artemio Franchi de 1993; impuso el récord de ser cinco veces fue máximo goleador de campeonato de Argentina; la anotación marcado en la final del mundial del 86 contra los ingleses, es catalogado como el mejor gol del siglo, así como contar también con el cuarto puesto en la misma escala, con la anotación ante Bélgica en el mismo mundial; sin mencionar el de la mítica «mano de Dios». Con el Napoli, ganó una Copa UEFA y los dos campeonatos de la Serie A, que tiene el equipo. Se desempeñó como vicepresidente de la Comisión de Fútbol de Boca Juniors (2005/ 2006); director técnico de la selección de Argentina en 2010 durante el mundial de Sudáfrica; fue presidente honorario del Dinamo Brest (2018), así como director técnico de equipos en ligas locales de Argentina, México y Emiratos Árabes. Esta cantidad de títulos y triunfos demuestran su gran calidad futbolística, la cual trascendió a diversos ámbitos, volviéndose un referente de la cultura popular.
Desgraciadamente, detrás de todos esos éxitos, también existen historias que eclipsaron su carrera y lo que pudo llegar a ser, excesos, abusos, adicciones, libertinaje y demás situaciones que creó a lo largo de su vida, “Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha”, dijo en alguna ocasión, y sólo él sabe cuántas carencias vivió en su temprana edad, cómo llegó a mencionar “Crecí en un barrio privado de Buenos Aires… privado de luz, de agua, de teléfono”; quién sabe cuántas personas se aprovecharon de su fama y lo manipularon; vivió de sus decisiones, como quiso, consciente y responsable de ello «Yo se la culpa que tengo». Eduardo Galeano alguna vez llegó a decir: “Se convirtió en una especie de Dios sucio, el más humano de los dioses, eso explica la veneración universal que él conquistó más que ningún otro jugador. Un Dios sucio, que se nos parece: mujeriego, parlanchín, borrachín, tragón, irresponsable, mentiroso, fanfarrón, pero los dioses por muy humanos que sean no se jubilan”. Aun así, habrá quien comente que un «personaje» así no se idolatra, ya que en muchos sentidos, represento situaciones muy negativas y poco admirables para cualquier sociedad y que una persona así, debe estar lejos de ser admirada y celebrada; pero sin afán de justificarlo, bien se dice que más que castigar a una «persona tóxica», debemos brindar luz, porque exhibe y nos hace ver todo aquello que no queremos ver en nosotros o nuestro entorno. El mundo entero se dedicó a juzgarlo, a observar y calificar su comportamiento, a opinar por él y a sentenciar sus acciones; pocos tal vez se dedicaron a ayudarlo, a retomar el camino; pero más allá de ello, se le recuerda por lo que aportó al futbol en la cancha, su magia, como inspiró a otros a querer jugar como él, y sobre todo, porque acepto y llevo a cuestas el representar en lo más alto a toda una nación apasionada por el futbol, porque según lo expresado por propios Argentinos, sólo el (o pocos como él) años, siglos de historia Argentina, pudieron unificar a la nación entera, brindarle alegría y esperanza; eso, a nivel mundial, pocos logran hacerlo.
Como referente de la cultura popular, llegó a conocer a varias figuras públicas y celebridades, entre los que podemos mencionar a los presidentes Fidel Castro, Hugo Chávez o Vladimir Putin; al Papa Francisco; al grupo Queen, Ricky Martin, los hermanos Gallagher, Luis Miguel; Mike Tyson, Chespirito y una infinidad de personajes con quienes compartió momentos, sin contar futbolistas y deportistas con quienes tuvo contacto, jugo, dirigió o inspiro. Dentro de su influencia, varios músicos le llegaron a rendir tributo en su música, de las cuales te compartimos algunos de los temas sobre él.
- Andrés Calamaro – Maradona
- Bersuit Vergarabat – El Baile de la Gambeta
- Charly García y Claudio Gabis – Maradona Blues
- Daniel Altamirano – El Viaje de Maradona
- Expulsados – Diego (entregando el corazón)
- Fito Páez – Y dale alegría a mi corazón
- Joaquín Sabina – Dieguitos y Mafaldas
- La Beriso – El Sueño del Pibe
- Las Pastillas del Abuelo – Qué es Dios
- Los Cafres – Capitán Pelusa
- Los Piojos – Maradó
- Los Ratones Paranoicos- Para Siempre Diego
- Mano Negra – Santa Maradona (Larchuma Football Club)
- Manu Chao – La Vida Tombola
- Rodrigo Bueno – La Mano de Dios
- Terminal Tanto – No te Mueras Nunca
Por último, te compartimos algunas de las celebridades que expresaron su tristeza tras la noticia. Maradona fue un personaje que influyó e inspiró en muchos sentidos no sólo al pueblo argentino, sino que también llegó a hacerlo a nivel mundial, por lo que entró de todo lo que se juzgue o vanaglorie de él, desde el día de ayer toda una nación vive en luto, decretado l gobierno del presidente de Argentina, Alberto Fernández, por 3 días para ello, y eso se respeta y se acompaña en dolor, de lo contrario, perdimos parte de nuestra esencia como humanos; vivamos con la alegría que aportó a muchos y aprendamos de sus errores para no repetirlos. ¡Hasta pronto!
Nos llevaste a lo más alto del mundo. Nos hiciste inmensamente felices. Fuiste el más grande de todos.
Gracias por haber existido, Diego. Te vamos a extrañar toda la vida. pic.twitter.com/pAf38sRlGC
— Alberto Fernández (@alferdez) November 25, 2020
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Buenos Aires ‘97.
What a life.
What a legend.
(He was under house arrest at the time!!) pic.twitter.com/7TIcTBSP2b— Noel Gallagher (@NoelGallagher) November 25, 2020
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Texto: Rodrigo Arce