Texto: Karen de Alba González
Fotos: Luis Gómez Sandi «Lags»
A poco más de un año de su última visita a tierras tapatías, la agrupación gótica alemana Lacrimosa volvió el viernes 22 de marzo por octava ocasión a un Teatro Diana rebosante de matices negros cautivando con sus distintivas armonías arrancadas a la oscuridad que han hecho de esta banda una de las grandes favoritas a lo largo de treinta años.
En punto de las 21:00 hrs. una pantalla gigante iluminó el foro con una retrospectiva de la banda a través de las distintas portadas de sus discos mientras los músicos se fueron integrando a escena. Anne aparece con todo su esplendor ante los teclados detonando el éxtasis de los asistentes que, al compás de «Ich bin der Brennende Komet«, alzaron sus voces y sus celulares. Finalmente, Tilo Wolf rompe la solemnidad con sus frenéticos movimientos de un lado al otro del escenario, apoderándose por completo de los ya hipnotizados fanáticos.
Al final de este primer tema, Tilo agradeció estar de nuevo ante el público de Guadalajara y tocó»Lichgestalt«, seguida de «Nach Dem Sturm«y «Testimonium«, donde el frontman se hizo acompañar de su guitarra.
Anne Nurmi, que permaneció fiel a los teclados casi a la sombra durante todo el espectáculo, rompió el silencio con «Not every pain hurts«, luciendo su potente voz y más tarde repetiría la hazaña con «My pain«.
«Satura«, «Bresso» y «Seele in Not» transformaron radicalmente la atmósfera, tornándola aún más oscura, elegante y solemne sólo con la presencia del dueto alemán rodeado de luces rojas y azules, rematando con Tilo quitando por completo el poco aliento del público al interpretar magistralmente «Die unbekannte farbe’».
Los clásicos fueron surgiendo. «Durch Nacht und Flut» sonó con ese tono peculiar y áspero que le dan los alemanes al español y consiguió que los presentes pudieran corear a sus anchas sin barreras de lenguaje. Posteriormente, Tilo salió del escenario y volvió ondeando un estandarte negro con el arlequín estampado al tiempo que interpretaba «Stolzes Herz.
La noche pareció apagarse con «Ich Verlasse Heut dein Herz», que fue bajando el ritmo hasta que la banda se despidió. Sin embargo, fueron los intensos y estridentes llamados al vocalista por parte de la concurrencia lo que los hizo regresar par arrancar el encore con el inesperado nuevo sencillo «Im Schatten der Sonne», que forma parte de su más reciente recopilación de grandes éxitos. Un coro de niños se integró al show para complementar la interpretación de «Feuer«, que cerró el primer encore y concluir la noche de forma soberbia con «Copycat» y «Alles lüge»
No es novedad el gran afecto que siente la banda por México. Tan sólo en esta gira Time Travel World Tour, que conmemora las primeras tres décadas de carrera de la banda, se incluyeron además de la Ciudad de México y Guadalajara ciudades como Toluca, Oaxaca y León, siendo la primera vez para unas mientras que en otras ya son consagrados visitantes. La fidelidad a su estilo, la innovación constante y el derroche de talento acústico en cada una de sus presentaciones han logrado estrechar un vínculo muy poderoso entre los músicos alemanes y su público mexicano, lo suficientemente fuerte para que añejas y nuevas audiencias vibren con las mismas emociones.
Si la noche llama, los noctámbulos se unirán a Lacrimosa.