Por: Luis Gómez Sandi Fotos: Jenn
Para celebrar su s treinta años de carrera, los nigromantes del folk metal español, Mago de Oz, convocaron a sus fieles seguidores jaliscienses a un aquelarre que tuvo lugar en el Auditorio Telmex el martes 8 de mayo como parte de su gira Diabulus in opera.
Desde antes de la cita, fluyeron por los pasillos del recinto las camisetas negras, sombreros de bruja, maquillajes góticos y mucha, mucha cerveza.
El ritual comenzó en punto de las 21:00 hrs. bajo un gigantesco marco hecho especialmente para este evento en el que aparecían en relieve los rostros de los miembros de la banda rodeando un pentagrama sostenido por las manos de lucifer. Javi Diez elevó los espíritus con la suave melodía de su piano en la interpretación de “Dies Irae” al que se fueron agregando el violín de Moja, la flauta de Josema y la voz de Zeta, desde la penumbra. Al concluir la parte del piano, las luces aumentaron su intensidad y el escenario reveló la gran sorpresa: estaba dividido en tres niveles, en el primero la banda, en el segundo teclados, batería y en el tercero la orquesta sinfónica y coros. Aparecieron entonces Zeta y Paty Diez vestidos con trajes góticos de gala.
El concierto fue alternando entre la tradición musical celta con bailes tradicionales irlandeses, una bailaora de flamenco reivindicando las raíces hispanas de la banda, invocaciones a la magia negra, al amor, al olvido y a la rebelión donde también hubo espacio para que Paty Diez luciera su imponente voz con una magnífica interpretación de “Oh, mio bambino caro” de Giacomo Puccini y “Mercedes Benz” de Janis Joplin, la bruja cósmica.
Un momento especial ocurrió cuando Zeta preguntó al público cuánto querían a Mago de Oz y respondió una ovación generalizada, entonces el vocalista pregunto “¿Saben cuánto quiere Mago de Oz a Guadalajara? “ y respondió “Siempre”, presentando así el siguente tema, uno de los más coreados.
Con “Gaia” se simuló la ejecución de Zeta en una silla eléctrica al final del tema y se abrió un parteaguas al presentar un video retrospectivo de la banda desde “Molinos de viento” hasta “La danza del fuego”.
Otra de las grandes sorpresas fue la interpretación de “Hechizos, pócimas y brujería” con el grupo y la orquesta en todo su esplendor. Para la “Cantata del Diablo” bajó una cruz roja invertida y dos ángeles de alas negras custodiaron a los vocalistas. Al final se recitó el “Salmo de los desheredados”
Aunque la noche podría ser eterna tuvo que concluir. Pero para hacerlo con broche de fuego, Pati Diez interpretó “Revolución” en versión orquestal, le siguió “La Costa del Silencio” y por último la más esperada “Fiesta Pagana”, convirtiendo las lunetas, palcos y butacas del auditorio en una verdadera orgia anticlerical y contestataria. No había lugar para los mojigatos.
Los brujos mayores seguirán su gira y su oscura celebración gótica por varias localidades más.