Por: Luis Gómez Sandi / Karen de Alba
Dice el primer mandamiento de la “ciudad del pecado” que todo lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. Sin embargo, al tratarse de las megaproducciones especiales del Cirque du Soleil, la regla termina por romperse.
En punto de las nueve de la noche, un taxi nos lleva por intricadas avenidas hasta el vestíbulo de The Mirage. En Las Vegas todo parece y luce cercano pero es un engaño, las distancias pueden ser una tortura. Desde la parte más alta del hotel, los rostros de John, Paul, George y Ringo nos observan complacientes llegando con puntualidad inglesa a la cita: la segunda función de LOVE del Cirque du Soleil.
La idea concebida durante una carrera de autos por George Harrison y Guy Laliberté se concretó en junio de 2006 bajo la producción de George y Giles Martin, consagrándose como una puesta en escena preferida y un digno homenaje a The Beatles. Su éxito se traduce en más de once años constantes en la marquesina y lleno total en sus dos funciones de jueves a lunes (19:00 y 21:30 hrs.)
Tras cruzar largos pasillos atestados de máquinas tragamonedas, mesas de Black Jack, bares y parafernalia beatlemana, llegamos a nuestros asientos en el auditorio circular cerca del escenario. Al apagarse las luces y después de una breve intervención de un presentador, los acordes de “Because” abrieron suavemente el espectáculo a media luz, armonizando los malabares que ejecutaban los artistas a varios metros del suelo. El ritmo cambia repentinamente con la incursión de “Get Back” y surgen nuevos escenarios, uno más elaborado que el otro, hasta explotar con “Glass Onion” representando la destrucción de un mundo y con “Eleanor Rigby” la soledad y desesperación de los sobrevivientes.
El espectáculo transcurre entre renacimientos, revolución, el espíritu de los sesenta a bordo de bochos, minifaldas, peinados estrafalarios y la máxima expresión circense con “Being for the benefit of Mr. Kite”. El público llega a formar parte del acto convirtiéndose en olas del mar o navegando entre medusas y pulpos con “Octopus’s garden”. Los colores, las luces, y el vestuario sofisticado son una constante desde el inicio hasta el climax con “Sargent Peppers Lonely Hearts Club Band (Reprise)” y culmina con “All you need is love” en medio de una lluvia de confeti y serpentinas.
El show ha terminado…por ahora.
La icónica banda inglesa, la trayectoria del Cirque du Soleil y la fastuosidad de los hoteles y centros de espectáculos en la ciudad, son la amalgama perfecta para robar el aliento a fanáticos y no fanáticos de la música de The Beatles y dejar un recuerdo imborrable en la memoria que, definitivamente, partirá de la ciudad echando por tierra aquella norma de que nada debe salir de ahí.
Como saben, el Cirque du Soleil tiene diferentes actos, algunos girando en el mundo y otros en un solo sitio. Si quieres saber más de otros de éstos que hemos presenciado, pueden entrar a los siguientes enlaces: Corteo, Varikai, Toruk, Michael Jackson The IMMortal World Tour, JOYÀ y Sép7imo Día.